Ficha Bibliográfica: Kaplún, Mario:
“La naturaleza del medio”, en
Producción de programas de radio. El guión. La realización. Ediciones CIESPAL, Buenos Aires, 1978, Págs. 45-78.
1 – Se puede hablar de especificidades del medio radiofónico como también podemos hablar de especificidades de otros medios como el televisivo por ejemplo, ya que cuando mencionamos esto nos estamos refiriendo a las particularidades de cada uno de los medios de comunicación, ya que cada uno de ellos cuenta con exigencias específicas, propias, con determinadas “reglas de juego” que no se pueden obviar si se desea utilizar al máximo todo el potencial que cada uno de ellos nos ofrecen. En este caso, el medio radiofónico se vale de dos recursos básicamente: la voz y la expresión oral. Dependerá entonces de saber utilizar bien dichos recursos para poder lograr óptimos resultados.
2 – Se refiere a que la radio es un instrumento del cuál se pueden obtener resultados altamente positivos en tanto y en cuánto se lo conozca, se sepa llevarlo adelante teniendo en cuanta sus ventajas y sus desventajas. Saber manejar sus “reglas de juego”. Y hacer esto y lograrlo lo convierte en toda una técnica, pero también en todo un arte. Quedando de este modo bastante lejos de aquella idea de considerar a la radio como un mero vehículo transmisor de mensajes a distancia. La radio es mucho más que eso.
3 – Cuando hablamos de ventajas cuantitativas de la radio nos referimos básicamente a que ella nos brinda la posibilidad de “llegar a miles de personas a la vez y de penetrar en la intimidad de sus hogares”, un extraordinario vehículo masivo. (amplia difusión popular, simultaneidad, instantaneidad, largo alcance, bajo costo per cápita, acceso directo a los hogares de los destinatarios).
4 –
Limitaciones de la radio:
- Unisensorialidad. La radio sólo emite sonidos, trabajamos apuntando a un solo sentido, que es el oído. Esperamos y dependemos que el oyente esté atento a nuestro aviso publicitario por ejemplo, esto es: que nos escuche, no podemos apoyarnos en otros sentidos como la vista o el olfato por ejemplo. Y en la “era de la imagen” esto se torna verdaderamente en un problema que se deberá tratar de saltear en cada propuesta radiofónica con imaginación, como para despertar la atención del oyente, para evitar su distracción o posible “fatiga” (diferentes tipos de voz, emisión de distintos sonidos, música, introducciones originales, etc.).
- Ausencia del interlocutor. Estamos en una limitación común a todos los medios masivos de comunicación. En radio, como en los demás mass media, “estamos solos”, no hay relación interpersonal, no hay feed-back inmediato, el receptor o interlocutor, no está presente, esta lejos, no puede intervenir activamente en una conversación por ejemplo, se limita a recibir pasivamente la comunicación que llega verticalmente, “desde arriba”.
- Fugacidad. Se refiere a que el mensaje radiofónico es “efímero”, no se lo puede volver a escuchar. No se lo puede releer por ejemplo. Si intentamos pasar un informe con graves incidentes y el oyente no atendió lo suficiente, es probable que se quede con la mitad de la información y no pueda remediarlo inmediatamente. Por tal razón en radio se suelen repetir, o redundar con mayor frecuencia que en cualquier otro medio. Lo que además acarrea consecuencias, también que limitan (Limitación de la información – Peligro de monotonía) – - Auditorio condicionado. “La gente está acostumbrada a oír radio más que a escuchar radio”, los receptores (los radio-oyentes) de radio también buscan una distracción, un entretenimiento, una compañía simplemente, y no necesariamente desean escuchar, atender, interpretar lo que en la radio se dice. No siempre encendemos la radio para informarnos por ejemplo, sino que nos acostumbramos y nos agrada su compañía.
5 –
Posibilidades de la radio:- Poder de sugestión. Esto es: podemos explotar precisamente una de nuestras limitaciones, al trabajar únicamente con el oído podemos sugestionar al radio-oyente de modo que se imagine lo que se escucha, estamos de este modo alimentando y sugiriendo a la imaginación. Lo estamos movilizando. Y en la medida que este efecto se logre obtendremos la atención del receptor que escucha, atiende y se concentra en lo que se dice. Para esto será de importante ayuda apelar a toda la variedad de recursos radiofónicos.
- Comunicación afectiva. Es indiscutible que la palabra hablada, no sólo tiene un ingrediente semántico y conceptual, sino que además conlleva una rica carga imaginativa y afectiva. La palabra en radio se transforma en ritmo, sonido, música. Precisamente por ello, al ser la radio un medio auditivo, está más cerca de la palabra-emoción que de la palabra-concepto. Se destaca en este medio el valor de la palabra oral con toda la carga que ella tiene, tiende a despertar lo afectivo y lo emocional de todo receptor.
- Empatía. Esta es nuestra capacidad de asumir la situación y el universo mental de nuestro destinatario, su contexto, su realidad, sus limitaciones, sus necesidades y deseos, significa aprender a visualizar e imaginar a nuestros oyentes, para de este modo poder prever posibles reacciones y respuestas a nuestros mensajes. Es el acto de aprender a ponernos en el lugar del otro e intentar comprenderlo, conocerlo y de este modo lograremos armar los mensajes que ellos desean escuchar obteniendo resultados positivos de comunicación, más allá que físicamente no estén presentes en el medio. De éste modo el radio-oyente podrá influir en el medio, así como éste, puede influir en él.
- Relación de Identificación. El público se identifica con determinados locutores o con determinados programas de radio y de este modo establece con ellos una relación diferente, especial, afectiva. Cuando esto sucede logramos que la radio ya no se escuche de modo superficial o distraído sino que se le presta atención. Para que esto suceda, para que exista una identificación, es necesario que el interlocutor sienta que le ofrecen respuestas a lo que el requiere, necesita o desea, que se hable de “sus” problemas y de los temas que él espera que se hablen.
6 –
Formatos radiofónicos estáticos: Estas emisiones consisten básicamente en la mera lectura por radio de un texto, sin adaptarlo a la naturaleza y a las exigencias particulares del medio. Son discursos o monólogos, charlas expositivas.
7 –
Formatos radiofónicos dinámicos: Estas emisiones se basan en el diálogo, radiodrama o radioteatro. Considerados éstos formatos que utilizan y explotan la totalidad de los recursos del medio, logrando como consecuencia mejores resultados en la comunicación.